jueves, abril 05, 2007

Flor


Sentir que llega el final,
que apago la luz para no verte más.
Fruto prohibido que no se olvida
a tu lado me despliego como flor.

Que cada día cobra vida
en mi jardín de la ilusión
¿dónde ir?, ¿dónde buscar?
entre "tanta" soledad que me apaga (no lo suficiente).

¿Qué hay en ti?
Dime que sé vivir sin tu amor...
La luz que hay en mis ojos
se apaga poco a poco ante un adiós...

Pensar que hay un lugar
donde tú y yo volvamos a estar
en esta vida o tal vez otra
si te tengo todo sobra.

Y cada noche en tu ausencia
una falsa indiferencia
sueño, lloro, un suspiro...

Tú que tanto das
mírame ahora,
mojando barcos de papel y luego sola
¿quién te ha dejado amanecer aquí?

Ya aprenderé a renunciar al sol
pero hoy mírame ...

Me vendes el mundo,
te doy el alma
y no encuentro un segundo
para pensar con calma

¿dónde estabas? ¿qué te he hecho yo?
siempre pensando en dos...
Ya aprenderé verás a no pedirte más
pero hoy créeme quiero quemar lo demás.
El mundo no ha parado ni un momento
en un segundo yo me pierdo
si noche muere y llega el día
ese día vendrá...

viernes, marzo 09, 2007

Riesgo de Libertad

Reír es correr el riesgo de parecer tonto.

Llorar es arriesgarse a parecer sentimental.

Acercarse a otro es arriesgarse a comprometerse.

Mostrar emoción es arriesgarse a que te conozcan.

Someter a la gente a tus ideas y sueños es ponerlos en riesgo.

Amar es correr el riesgo de no ser correspondido.

Vivir es arriesgarse a morir.

En toda esperanza hay riesgo de desespero.

En todo intento el riesgo de fracasar.

Pero los riesgos se han de tomar,

porque el mayor peligro en esta vida es no arriesgar nada.

Porque el que nada arriesga,

nada hace ... nada tiene ... nada es.

Tal vez pueda ahorrar el sufrimiento y el dolor

pero a fin de cuentas no puede aprender,

ni sentir, ni cambiar, ni crecer, ni amar, ni vivir.

Encadenado por las certidumbres será un esclavo,

sacrificará el ser libre.

Sólo arriesgando se consagra la libertad.


Autor desconocido (me lo envió mi jefe de carrera)

viernes, febrero 16, 2007

Un gran Hombre


Un día, mi hermana lloraba en su habitación. Con mucha nostalgia, observé que mi padre se le acercó y le preguntó el motivo de su tristeza.
Los escuché hablando por horas, pero hubo una frase tan especial que dijo mi padre esa tarde, que hasta el día de hoy, 8 años más tarde, la recuerdo cada mañana y me llena de fuerza.
Mi padre acariciándole el rostro, le dijo:

"Hija mía, enamórate de un Gran Hombre y no volverás a llorar".

Me pregunté tantas veces, cuál era la fórmula exacta para llegar a ser ese gran hombre y no dejarme vencer por las pequeñeces. Conforme pasan los años descubrimos que si tan sólo todos los hombres lucháramos por ser grandes de espíritu, grandes de alma y grandes de corazón ¡El mundo sería completamente distinto!

Aprendí que un Gran Hombre... no es aquel que compra todo lo que desea, pues somos tantos que hemos comprado hasta el cariño y el respeto de quienes nos rodean.

Mi padre le decía:
"No busques a un hombre que sólo hable de sí mismo, sin preocuparse por ti... Ni a aquel que se pase las horas halagando sus propios logros...
No te aferres a un hombre que te critique y te diga lo mal que te ves, o lo mucho que deberías cambiar.
¿Para qué quieres a un hombre que te abandonará si no cambias, o que te deje por un cabello mas claro, o por unos ojos de otro color, o por un cuerpo más esbelto... si no supo admirar la verdadera belleza que hay en ti?"

¿Cuántas veces me dejé llevar por la superficialidad de las cosas, haciendo a un lado a quienes realmente me entregaban su sinceridad e integridad?

Me costó trabajo comprender que UN GRAN HOMBRE no es el que llega más alto, ni el que tiene más dinero, casa, auto, ni quien vive rodeado de mujeres, ni mucho menos el más guapo.

Un verdadero y gran hombre, es aquel ser humano lleno de transparencia, que no oculta sus verdaderos sentimientos ni se refugia en vicios y cortinas de humo, es el que abre su corazón sin rechazar la realidad, es quien admira a una mujer por sus cimientos morales y grandeza interior.
Un Gran Hombre, es el que camina de frente, sin bajar la mirada; es aquel que no miente y sabe llorar su dolor.

Hoy mi hermana está felizmente casada, y ese Gran Hombre con quien se casó, no era ni el más popular, ni el más perseguido, ni el más solicitado, ni mucho menos el más adinerado.
Ese Gran Hombre es quien simplemente nunca la hizo llorar.
Es quien la hace sonreír por lo mucho que han logrado juntos, por todos sus recuerdos, por cada Alegría que comparten y por esos tres hijos que llenan sus vidas.
Ese Gran Hombre, ama tanto a mi hermana que no se cansa de besar sus manos y sus labios. La quiere por lo que ella es, y por lo que son cuando están juntos.
¡Aprendamos a ser uno de esos Grandes Hombres, para que vivamos el paso de los años de la mano de una Gran Mujer y nada ni nadie nos pueda vencer.

Autor desconocido