jueves, marzo 02, 2006

Letargo


Corre una pequeña brisa
Me abrigo
No hay abrazo disponible
Sólo un chaleco de hilo

Mi piel de gallina
Mis poros abiertos absorben el frío
La noche se acerca
Y yo empiezo mi agonía

La luna me acompaña
A través de la ventana
Mis ojos parpadean lentamente
Se caen, el sueño me acosa

El sueño me alcanza
Letargo absoluto, tendida en mi cama
Mis dedos me piden
Escribir estas líneas somnolientas

No detengo el tiempo
Latidos constantes y rítmicos
Me río de lo vivido
Esta noche mi sueño será eterno…

1 comentario:

Jorge A. Gómez Arismendi dijo...

Una bocanada de aire viajó algunos kilometros en la noche.
Todo parecía desierto, la lluvia giraba alrededor de mis alas verdes.
La tierra estaba lejos, sólo podía ver mi sombre desdibujada en charcos.
Llegué a tu templo al amanecer, tus ojos eran portales abiertos, el horizonte se hizo eterno...por algunos minutos.